martes, 17 de enero de 2017

Conversaciones de bar, cárcel para un ingeniero poco honesto





Hoy en día con un mundo globalizado y medios de información inmediatos, nos enteramos de muchas más noticias y más rápido. Es por eso que ya no nos extrañan las conspiraciones, vulneración de derechos, corrupciones: industriales o gubernamentales, pero esto es un blog de coches y su industria, así que vamos a centrarnos en lo que más nos puede afectar a nosotros.

Desde siempre y más en un sector tan competitivo se han escuchado rumores o noticias, falsas y verdaderas, de negligencias en el uso de algo tan sensible a la globalización industrial como es la automoción. Desde escándalos recientes como el de los Airbags de Takata, el Dieselgate del grupo VW, y anteriores como el explosivo Ford Pinto, prueba del alce de Jeep Grand Cherokee, etc... 

Yo soy el primero que sé que no todas son ciertas y que en algunos casos han servido más para colgarse alguna medalla el medio que la ha publicado por simple y mera publicidad, pero en este caso quiero abrir el debate hacia la moralidad de los responsables y en eso considero que hay dos grupos muy diferentes a señalar: el que engaña y el que se hace el tonto.

El primer grupo es muy preocupante para la sociedad, estamos en el mundo globalizado donde los abogados marcan las reglas de la moralidad y en su medida los políticos las leyes que hacen que los letrados tengan el tablero donde hacer su juego. Cuantas veces habremos escuchado después de una práctica éticamente muy reprochable la frase de "es legal" y es que eso justifica lo que haga falta y nos hace dormir tranquilos, hipocresía al servicio de una moralidad pactada. 

Pero cuando conociendo las reglas, montamos un entramado para que "falseemos" esa moralidad pactada pasamos al nivel de delincuencia con alevosía. Es una forma de decir a la sociedad en conjunto "vosotros sois tontos y yo voy a sacar beneficio de ello", me da igual que este beneficio sea económico o no, porque aquí también salta la segunda frase más usada detrás de esa moralidad pactada "tengo que dar de comer a mi familia".

Parece que eso lo justifica casi todo y que volvemos a las cavernas, he matado a tu mascota porque no teníamos nada que cenar mis 7 hijos, mi mujer y yo, a continuación te quedas tan pancho mientras comes arroz con gato.  

Como siempre exagero para entender el extremo de situaciones en las que somos poco decorosos, pero es que en la base se encuentra la justificación a la locura que vivimos con estos hechos, que si bien no las llevamos al extremo es muchas veces por simple cobardía no por tener remordimientos ni amor a los demás.

Estamos muy acostumbrados a tener cero implicación con nuestros vecinos, el egoísmo que nos brinda el tener poco tiempo libre y necesitar despejar de los problemas de los demás para poder conciliar el sueño porque mañana madrugamos para volver a la oficina.



La empatía tendría que ser una asignatura dentro de la Ética que se enseñara dentro de las aulas, seguro que nos iría mucho mejor.

El segundo grupo es igual de preocupante o más, porque aquí perdemos el egocentrismo del que todo vale pero todo lo demás sigue con un agravante, he probado que esto es peligroso y me callo. No voy a dar nombres ni casos concretos, no estoy para juzgar a nadie en especial, eso que lo haga la justicia que para eso está.

En este grupo siempre tendremos la excusa mal dada de que hacía lo que me decían, yo he probado que esto no funciona pero estadísticamente es más caro arreglarlo que el daño que va a hacer. Es aquí donde entra el "valor" de tus clientes, ¿eres capaz de ponerles un precio?

No creo que sea una cuestión de patrias, de cargos ni de responsabilidades, es de educación y respeto hacia los demás. Las marcas hoy en día tienen trabajadores de todos los países en todos sus departamentos, el cargo en ella en muchos casos es por un triunfo concreto y no por una carrera llena de éxitos y las responsabilidades acaban cuando se quitan la corbata y al sentarte en su coche pone su emisora de radio preferida.

Estamos viendo actualmente como cargos altos de grupos automovilísticos mundialmente líderes van a la cárcel por falsear datos de emisiones aposta, con penas que pueden hacer que pasen lustros en las cárceles y aquí llega la pregunta:

¿Es normal que eso pase o hay otros intereses detrás?      

También te va a interesar:



No hay comentarios:

Publicar un comentario