viernes, 16 de diciembre de 2016

Smart fortwo




Hasta ahora he sido muy considerado con las pruebas de coches que he comentado o los vehículos que más me gustan, pero eso va a cambiar hoy comentando un vehículo con el que he tenido una relación muy estrecha en los últimos años y considero uno de los fiascos más grandes de la automoción moderna.

Corrían los años 90, swatch conocida marca de relojes decidía aventurarse en el mundo de la automoción, me hacen gracia las grandes empresas que se creen que entrar en un mundo tan complejo va a ser un éxito sin contemplaciones, la asociación de Mercedes-Benz les hacía creer que su proyecto se convertiría en un negocio de rosas y amapolas con un delicioso aroma a jazmín.

El concepto era crear un microcoche para moverse por la ciudad como una moto, manejable, menos contaminante, fácil de aparcar, premium y cool. Las expectativas de crecimiento de las grandes ciudades convertían el tráfico en un buen filón para entrar en un mercado que no existía.

La inversión inicial en diseño, seguridad, etcétera, debió coger a la marca de relojes con el pie cambiado porque después de todo el inicio se retiran para dejar a la marca de la estrella sola. Y pasó lo que pasa cuando el proyecto se te va de las manos y no eres el que lo ha ideado, Mercedes que no es una ONG quiere sacar rentabilidad a cambio de unos acabados más convencionales.



La característica Premium se pierde por el camino e intentan seguir con el resto de ideas que tenían en mente. La seguridad de un coche tan pequeño debía recaer en un monocasco muy rígido como si se tratase de una jaula de seguridad y todo y limitarse la velocidad debía resistir los impactos de forma ejemplar, ya que al verlo la primera duda que te surge es la de la fragilidad del habitáculo. La idea es buena e impresiona ver como el pequeño resiste los golpes contra un muro. (Adjuntamos vídeo)El dinero empieza a ser un problema porque el proyecto es muy caro y eso afectaría al precio final de mercado. Las primeras unidades que se venden en España son en el 99.



Experiencia propia

He de confesar que desde el primer momento aquella idea me llamaba la atención y es que si sabían llevarlo a cabo sonaba fantástico. Tu pequeño Smart para trabajar y tu coche de fin de semana para el domingo, pero la realidad no es tan bonita como imaginas, tal y como describo en mi entrada de expectativas.

Primera generación

La novedad recaía en él y llamaba poderosamente la atención pero tenía carencias muy grandes. Los acabados interiores eran arcaicos, con rebordes de plásticos que te podían cercenar un dedo en cualquier momento, tapicerías de calidad y diseño de mercería de barrio, unos asientos que intentaban ser deportivos con los cabezales unidos pero que al sentarte tu postura era como cuando te sientas en el señor Roca, el volante tenía un tacto muy barato en un coche que de media subía a los 10.000,00€ lo que era una barbaridad.

Lo arrancas metiendo la llave entre los dos asientos, y la ausencia de dirección asistida ya se hace patente cuando quieres salir del aparcamiento, entiendo que se evitase para no hacerlo más inestable a altas velocidades y acabes dando vueltas de campana por una dirección demasiado suave, pero es un coche de ciudad al que no le pones dirección asistida (¿?). El motor no hace mucho ruido pero el que hace no destila calidad precisamente, un tricilíndrico de 600cc, en posición central y con cambio automático ¿qué podía salir mal? Casi todo.

Gastaban aceite, con la consecuencia clara de desgaste prematuro y en el peor caso roturas de motor completo. La refrigeración del motor montado encima del eje trasero no es óptima y el cambio de marchas es el cambio más lento que he conducido nunca. Las suspensiones se tuvieron que montar duras porque en un coche de 2,5 metros de largo la estabilidad no sobra, son molestas para un suelo adoquinado y los baches famosos que hay en todas las ciudades actuales. Eso se convierte en poco tiempo en ruidos y grillos del interior, muy molestos para un coche de diario.

Todo esto no es cosa mía, los clientes hablaron y de las estimaciones iniciales de producción en francia de 200.000 unidades anuales, se tuvo que modificar a apenas 80.000.

De esta generación también hubo un motor cdi (Diesel) de 41 cv, muy poco bebedor pero... me guardo la opinión mejor...

Las ediciones más especiales como cabrio, Brabus, Crossblade, etc... Tendrán su entrada más extendida.



Segunda generación   

La segunda generación Mercedes debe sacarla por dignidad, la intención es mejorar esos aspectos que en la primera flaquean. Por ejemplo se aumenta el largo para quedarse en algo menos de 2,7m y poder así homologarlo en Estados Unidos, los motores pasan a ser 4 cilindros en estrecha colaboración con Mitsubishi, los hay con turbo y sin él.

Visualmente mucho más atractivo y el interior también da un salto cualitativo muy importante, bueno en esto hemos aprendido. ¿Y qué ha pasado con la conducción? Se nota la evolución lógica de más de 9 años pero las flaquezas son las mismas, el concepto es el qué es y ahí poco o nada se puede hacer, suspensiones, brusquedad y cambio no justifican la enorme inversión que nos toca pagar.

He probado la generación actual pero lo probé en versión manual y cuatro puertas, en cuanto pueda conducir alguna versión más os lo detallaré.




Opinión personal

Es un coche que cumplirá unas condiciones muy concretas de uso, pero no puedes callejear por el tráfico como una moto, ni aparcar en batería como pretendían ya que te pondrán una multita, la agilidad al final es la misma de un Fiat 500 por ejemplo que es cuatro plazas,  pero en ningún caso se convertirá en el superventas que pretendía Mercedes, las generaciones nuevas comparten mucho con el actual Renault Twingo en una clara tendencia a la joint venture con los franceses para repartir gastos, pero pensad por un momento, ¿del Smart de 2014 en adelante cuántos ves por las calles? Me hago a la idea de vuestra respuesta.

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